“No existe, en realidad, arte por el arte, ni arte que esté
por encima de las clases, ni arte que se desarrolle al margen de la política o
sea independiente de ella” Mao Tse-tung
Carolina Torres
Hacer un recorrido por lo que las y los estudiantes llaman el
territorio recuperado de la universidad del pueblo, es caminar entre los
murales que diferentes compañeros y compañeras han elaborado entre las plazas y
edificios de la UNAH, es encontrarse en dichos murales con un par de ojos
enmascarados representando uno de los lemas del MEU: “Nos tapamos el rostro
para que vean corazones” y por desgracia es debido a la criminalización a la
que el sector estudiantil se enfrenta cuando las autoridades universitarias
logran identificarles, la capucha se ha convertido en esta coyuntura en el símbolo
de lucha del estudiantado y en un grito de unidad vuelto propuesta.
Durante más de tres semanas los edificios en ciudad
universitaria han sido recuperados por el sector estudiantil en una exigencia
por la democratización en la UNAH, se han realizado diferentes conciertos a
todas horas en las plazas, bajo edificios, en todo espacio donde la alegría es
posible, las exigencias son cantos de esperanza de que “si nos organizamos
podemos todo” y basta escuchar dicha consigna a un solo grito entre todas las
asociaciones de carrera, asociaciones de facultad y movimientos estudiantiles
independientes que aglutinan lo que es el MEU para contagiarse de la seguridad
de la pronta victoria de las y los estudiantes.
La poesía también ha sido participe de las voces del
estudiantado en estos momentos de enfrentamiento contra el autoritarismo de
quienes mantenían secuestrada la casa de estudio del pueblo, dichas autoridades
se muestran incapaces de doblegar a un movimiento estudiantil unido a nivel
nacional que hace uso de pintura, colores, lápices, instrumentos musicales,
tizas, papel, voces, unidad y alegría a pesar de las amenazas, intimidaciones y
criminalización a la que hoy se enfrentan.
“Amigo
camisa blanca, sé que te mi capucha te espanta, pero con ella me identifico y
mis ánimos se levantan.
Amigo
camisa blanca, a mí no me ofende mi capucha, ella es símbolo de mi lucha,
a través de ella se me expreso y se me
escucha.
Amigo
camisa blanca, sé que quieres clases y yo también las quiero, pero tú piensas
en tu educación primero, mientras yo pienso en el país entero.
Amigo camisa blanca, aprecio que respetes mi
decisión, pero no voy a soltar ninguna instalación, hasta no lograr completarla
misión: la derogación, la liberación y la participación.”