5 de mayo de 2015
PEN International, la asociación
internacional de escritores, ha dicho hoy que el asesinato de otros dos
periodistas en Honduras en 24 horas pone de relieve el fracaso del
gobierno para frenar la actual ola de violencia
contra los medios hondureños días antes de que el registro de derechos
humanos del país sea revisado en las Naciones Unidas. El presentador
de radio
Artemio Deras Orellana recibió un disparo en el departamento
occidental de Lempira el 23 de abril de 2015; su asesinato fue seguido
al día siguiente por el de
Cristel Joctan López Bermúdez en la capital, Tegucigalpa.
PEN International pide a las
autoridades hondureñas que garanticen que estos y todos los asesinatos
no resueltos de periodistas sean objeto de investigaciones exhaustivas y
rápidas que tengan plenamente en cuenta la profesión
y los reportajes de las víctimas para evitar la impunidad que envuelve a
la gran mayoría de casos similares en el país. Es una necesidad urgente
que las autoridades proporcionen una protección efectiva a todos los
periodistas hondureños.
«El Estado de Honduras debe hacer algo más que dar discursos dirigidos a mejorar su imagen internacional», dijo Dina Meza, presidenta de PEN Honduras, refiriéndose al examen periódico universal de (EPU) Honduras que
tendrán lugar en las Naciones Unidas el 8 de mayo. «Los constantes
asesinatos de periodistas y comunicadores sociales deben ser
investigados inmediatamente. La tasa de impunidad del 91 por ciento en
estos homicidios denunciados por PEN al Consejo de Derechos
Humanos de la ONU es una afrenta a la vida y hace un daño profundo a la
construcción de la democracia, de la que la libertad de expresión es un
eje fundamental».
El presentador de un programa
católico de Radio 94.1, Artemio Deras Orellana (24) fue presuntamente
asesinado a tiros por desconocidos junto al abogado y Juez de paz Jorge
Pérez Alemán en Valladolid, departamento de Lempira,
mientras se dirigían a casa en el coche de Pérez el 23 de abril de
2015. Pérez murió en el lugar del crimen, mientras que Deras murió de
camino al hospital a causa de las heridas recibidas. Según informes, el
periodista había presentado su programa de «La
Voz de los Profetas» durante tres años antes de su muerte.
Hay una investigación policial en
curso. Si bien en un principio se creía que Alemán y Deras fueron
perseguidos por asaltantes en otro vehículo, según los informes, la
policía está investigando la posibilidad de que la pareja
fuera atacada por una tercera persona en el interior de su vehículo.
Según informes de prensa, la policía también está investigando una
disputa familiar relacionada con propiedad de tierras como móvil del
crimen —un elemento usual en las investigaciones sobre
el asesinato de periodistas, que tienden a centrarse en los supuestos
conflictos personales en lugar de en su trabajo como una posible motivo.
Al día siguiente murió a tiros
Cristel Joctan López Bermúdez, editor y camarógrafo de VTV Canal 9 y
exeditor de Canal 6. López (26) Según los informes, fue asesinado a
tiros en un semáforo en Tegucigalpa por desconocidos
que intentaron robarle su motocicleta cuando iba de camino al trabajo.
Según informes de prensa, los agresores dejaron la motocicleta en el
lugar del crimen porque no lograron arrancarla. Los detectives de la
Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC),
según se informa, están investigando.
A pesar de la promesa de Honduras
de proteger a los periodistas y combatir la impunidad durante su último
EPU en noviembre de 2010, las administraciones actuales y anteriores han
mostrado una falta de voluntad política para
investigar violaciones de la libertad de expresión y proteger a los
periodistas. Muchas de las iniciativas para combatir la impunidad han
dado escasos resultados concretos.
Los ataques contra periodistas han
aumentado considerablemente, incluyendo tanto los asesinatos como los
ataques violentos no mortales. Al menos 30 periodistas han sido
asesinados desde el último examen periódico universal
y al menos 48 desde 2003, la mayor parte de trabajaban para la
televisión y/o la radio. Algunos han sido asesinados a pesar de que se
les habían otorgado medidas de protección, incluyendo algunas provistas
por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH). Solo se han obtenido condenas para cuatro de estos asesinatos.
Los 44 restante están sin resolver —una tasa de impunidad de más del 91
por ciento. Incluso en los casos de condenas, la justicia es sólo
parcial y ninguno de los autores intelectuales
ha sido procesado.
Antes de la EPU de Honduras del 8
de mayo de 2015, PEN International pide a las autoridades hondureñas que
reconozcan la importancia del periodismo independiente y que condenen
todos los ataques contra periodistas en los
más altos niveles del Estado.
PEN insta a las autoridades de
Honduras a que mejoren las investigaciones sobre los crímenes contra
periodistas mediante el desarrollo de los recursos adecuados, protocolos
especializados dentro de la Oficina del Fiscal
Público (Ministerio Público) que prioricen cualquier vínculo con su
profesión, y mediante la garantía de que todos los fiscales y policías
que participen en este tipo de investigaciones tengan un conocimiento
profundo de la labor periodística y los derechos
humanos.
La Fiscalía especial de delitos
contra la vida (FEDCV) debería estar obligada a publicar un informe
sobre sus actividades desde su creación en 2013, con detalles de los
avances en las investigaciones de los asesinatos de
periodistas. Esto debe incluir al menos seis asesinatos que tuvieron
lugar entre 2003 y julio de 2009, de los que en febrero de 2015 el FEDCV
dijo a PEN que no tenía conocimiento.
Honduras debe salvaguardar a sus
periodistas aprobando la ley de protección de periodistas que se
encuentra actualmente en el Congreso, teniendo en cuenta las
preocupaciones de la sociedad civil. Esto debe hacerse con recursos
suficientes para que su implementación sea significativa. También debe
mejorar la aplicación de medidas cautelares de la CIDH para los
periodistas.