jueves, 16 de abril de 2015

LA AUTONOMÍA TERRITORIAL QUE VA ASOMANDO


Ejercicio de control territorial del pueblo Tolupán.

Karla Lara/ cantora feminista
Miembra de la Red Nacional de Defensoras de DDHH en Honduras

Son montañas enormes, a pesar del tiempo de verano, el verde sigue siendo tan imponente como su exuberancia, sobresalen pintas café o rojizas en medio del verdor, te atrapa la inmensidad del paisaje, en mi cabeza comienzan a atropellarse frases entre los pasos que se van cansando antes que el resto de la gente Tolupana que está acostumbrada a caminar a paso firme las veredas, suben y bajan con agilidad, los niños avanzan y vuelven con impaciencia porque la gente adulta no les alcanza, se ríen, van deslizando con sus zapatitos las hojas secas de pino, juegan a agarrar envión y con un equilibrio que asombra, siguen el camino sin siquiera asomar cansancio.

¡Qué envidia! yo medio me sostengo si el paso es alto y busco la primera rama que se asome y conjuro para adentro dejar de postergar la decisión que me saque de esta vida sedentaria frente a la computadora y los malos hábitos, y me río un poco de mi misma buscando encontrar que me esperen de buena gana.

Pero eso no hace falta, el pueblo Tolupán es agradecido en esencia, valoran la diferencia que significa para una el esfuerzo físico de llegar a ese cucurucho de la montaña donde se reconocerá uno de los linderos, en ese ejercicio de control territorial en el que se marcaría el primero de los cuatro puntos cardinales del título ancestral que les nombra como los legítimos dueños de toda ese territorio que defienden, caminan y reconocen como suyo.

Los de mayor edad, sabios conocedores guían el camino, ellos van adelante, el grupo es mayoritariamente de hombres, pero Consuelo Soto, una de las liderezas del MADJ de esa zona va con su dolor a cuestas, seguramente pensando que Luis, su esposo, de no haber sido asesinado la semana anterior, caminaría con ella, con su gente, con su nieto Noé y su hija Maritza que también va allí, haciéndome cuentos de la combinación entre cariñoso y estricto que marcó los 48 escasos años de vida de su padre. 

Maura, la cantora Pech que desde Subirana vino para ser parte se sumó junto a otros dos compas Lencas del COPINH de la comunidad de El Naranjo, con paso tan firme y ágil como el de sus hermanos, a ver otras formas de hacer la colectividad a la que se han sumado, para entender las prácticas de unos y otros pueblos y reiterar por si mismos que es toda esa riqueza que poseen la que ahora mas que nunca tiene puestos los ojos del capital sobre ell@s, porque el derroche de sus luces y sus vidas automatizadas las piensan seguir costeando con nuestro despojo. 

Como una forma más de resistencia, la más hermosa diría yo, Maura Pech cantó en su propio idioma, pajtajcuknaya y muchas jotas y kas en una sonoridad envidiable, limpia su voz y atinada su nota, claro su discurso político y bondadoso su Dios que te invita a cuidar su Reino porque nos lo dejó para eso, y te invita a defenderlo para no caer en el pecado de la indiferencia y con su guitarra terciada va guerreando con el arma potente de su lengua materna, de su dulce voz y su estima de mujer elevada, que honor el mío haberle conocido a Maura, cantora consejera lidereza luchadora madre luna rezo, toda junto y sin comas, todo eso y mucho más fue para mi escuchar y ver a Maura. 

Toda la convivencia, las palabras escuchadas, las miradas de agradecimiento, las sonrisas entre esa gente buena, la cama extendida y limpia, el cafecito endulzado, la generosidad para compartir, para pausar su paso porque desde las ciudades no solo vamos distinto, sino que vamos leeento! 

Gracias al Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia por invitarnos a ser parte de esta acción política de ejercicio de control territorial, a Andreita, Arnold, Justo, Leonardo, a todo ese equipo de trabajo que se anotó en este viaje desde el lugar donde no se acompaña, sino que se es parte. Gracias también a Roverto por tus fotos, tu humor y gracias infinitas a Ramón Matute por decirme con cariño, cuando yo le propuse negociar la caminada, por una canción?, un poema?, una huelga de hambre? Y me respondió sonriendo, hermana, nosotr@s tenemos mas de quinientos años de estar en huelga de hambre... Entonces sentí pena y orgullo en un sentimiento encontrado, y le doy gracias entonces por seguir luchando, generando propuesta, convirtiéndose en los Abogados empíricos que son, haciendo la escuela de la vida de lucha de las que nos dejan ser parte, a don Sergio por su dulzura, a tanta gente a la que no le conozco su nombre y con tanto amor me dicen el mio desde una cercanía que me abraza de la forma en la que para mi, como a a Maura, nos hace cantoras testimoniales de la autonomía territorial que va asomando. 


 

​Karla Lara