viernes, 5 de septiembre de 2014

Antes que olvide las sensaciones de este intenso fin de semana...

Antes que se me borren los rostros, olvide las frases y no recuerde la sonrisa y el llanto del intenso fin de semana, vamos a rememorarlo en palabras que a lo mejor nunca logren reflejar lo realmente sentido, porque es así, intangible, inútilmente lo intentaríamos explicar, pero al menos puedo contarles anécdotas, percepciones y una que otra emoción quedará capturada en la palabra, entonces no será virtud de intento de escritora, sino corazón de lectoras y lectores que logren reconstruir la situación y sus texturas.
Comenzamos en El Progreso, Yoro, un sol perpendicular en las espaldas y las piernas desnudas de las compañeras del Foro de Mujeres por la Vida, del ERIC y Radio Progreso, con pocas prendas desafiando el miedo y el encierro impuestos como la cárcel que nos impide el derecho al uso del espacio público, gritamos “Ni encerradas, ni con miedos” desafiando el acoso del que somos objeto cuando por gusto propio ajustamos las prendas y desvestimos los hombros en un ejercicio de autonomía de nuestro territorio cuerpo, sagrado, como los otros territorios que andamos defendiendo junto a los hombres, que a veces, también nos acosan.
Margarita Murillo llegó en espíritu al evento, era tierra en la espiral de vida que Nelly del Cid junto a otras compas dibujó en el caliente cemento, entramos y salimos de esa figura que evoca la energía que somos en movimiento, llorando su ausencia física y desafiando los miedos que Margarita burló en su entrega por otra vida, condenando el arrebato de las fuerzas del poder que se la llevaron, y así llegaron las canciones, los cuerpos danzando al ritmo de las frases que nos prometen que un día las mujeres tendremos el lugar en el mundo que nos corresponde y venceremos nuestros miedos y derrotaremos nuestros encierros patriarcales.
A la mañana siguiente con los compas del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, la conversación amena, el humor inteligente y así el camino se hizo corto para llegar al Cabildo Abierto en La Yusa donde 16 comunidades del Sector Florida del Departamento de Atlántida se declararon “libres de minería”, eso en la práctica es un grito de guerra desde la gente, “acá no vengan, y si vienen sepan que habrá resistencia”, porque el resto son acuerdos incumplidos por esos soberbios Alcaldes y Regidurías, pero si escucharan a la gente hablando, que privilegio, que alimento para nuestros corazoncitos que andan buscando esperanzas y sentido!
Don Manuel, un compa de esa zona, un actor nato como dice Hermes, haciendo muecas, gesticulando, alzando las manos y volteando los ojos, con picardía y desafiante reflexionaba sobre qué era eso de comer hoy y sembrar hambre para mañana, sobre qué es desarrollo y qué es dignidad para la gente, y así otra vez, entre discursos, canciones y consignas, volví a ser parte del hacer resistencia y testiga de un proceso construido con perseverancia desde el MADJ y la gente misma.
Esa tarde del sábado la pasamos en San Juan Pueblo, amorosa familia extendida, José Antonio sacaba los acordes de la misa campesina, Selvin buscaba pan dulce, Osiris entraba y salía, Hermes contaba más chistes, Elsa servía el café, Víctor tarareaba las canciones, Martin se mecía en la hamaca, yo observaba la escena y me secaba las lágrimas porque tanto amor no me cabe en el cuerpo y se me desborda por los ojos, no se otra forma de explicarlo!.
Ya con el cuerpo abatido de emociones la mañana del domingo nos encontramos con Chema y Rosi para ir al Centro Penal El Porvenir en La Ceiba para cantar la misa que oficiaría el Padre Ismael Moreno, “Melo” como le decimos entre compas, y allí estaba el “Chele Chabelo”, catrín, esperando la llegada de Juana, de sus hijas e hijos, de su gran familión, de la gente de su comunidad, de su organización, de otras organizaciones hermanas, del mar que arrastra su bondad, su libertad interior, su dignidad de solo ser culpable de defender la tierra y la vida, entonces llegó el equipo de Radio Progreso, el sonido, las sillas que llevaba el ERIC, las mesas, los tamales y todo lo que se lleva a una fiesta de cumpleaños, porque el domingo eran los treinta y algo del compa y el bautizo de su hijo menor, Ismael Antonio que lloró y lloró cuando el momento era el de él, que gracioso verdad, él sabía que era el centro en ese momento y su pulmón se expandió todo lo que pudo por si alguien tenía duda!!.
La misa de Melo, pausada, certera, Chabelo y Juana juntitos, su madre a veces turnaba su cercanía, y de nuevo las canciones, los dulces acordes del piano de José Antonio y mi voz buscando las notas entre nervios y sensibilidad, encontrándose en el puro sentimiento de un pueblo que no se cansa de luchar, y así pudimos “ir en paz”, y siguió la comilona, la fiesta, los abrazos, la entrega de la guitarra que le mandó “Malayerba” al compa, y le llevaron helado y barquitos y otra vez Chabelo fue “conero” y lo rodeamos viendo su rostro realizado, haciendo lo que hacía antes que injustamente lo apresaran y … su sonrisa Chabelo, y mis lágrimas otra vez compa!
Como ya habíamos agarrado envión de cantadoras de misas campesinas y “plañideras” de la resistencia, Martín y Elsa entre los cafés del día anterior le ofrecimos al Padre Marcos la misa de las 7 de la noche en San Juan Pueblo, allí estábamos de nuevo, entre el discurso claro de ese otro maravilloso Sacerdote que celebraba la palabra de los pueblos que se declararon libres de minería, alababa su valentía y desafiaba a las otras comunidades del Departamento a hacer lo mismo, y el eco especial que coloca a las voces los espacios eclesiásticos, son una especie de aura distinta, yo que poco tentada me siento por la idea del “cielo” por eso de que las cosas terrenales de verdad me tientan tanto, jajja… me sentí muy honrada de cantar esa misa y vivir esa fe de un Cristo liberador, en el que sí creo!.
Ya yo estoy agotada de escribir y ustedes de leer, así de cansada y cansados terminamos en la Radio Dignidad, para conocerla y conversar con Julio, Osman, Martín y Selvin y recordando a María Dolores y otras cipotas, el equipo de muchachas y muchachos que hacen este otro proyecto del MADJ de una radio comunitaria que está rompiendo el cerco mediático y formando de a poco pero de manera sostenida.
Así regresamos la madrugada del lunes, tomadas de la mano de la esperanza que todavía podemos creer, que todavía podemos querer, que todavía queremos cantar y con la certeza que las sensaciones intensas y sinceras no se olvidan, trascienden las letras y la capacidad de comunicarlas, de verbalizarlas o de escribirlas, pero nunca de eternizarlas, y para eso la risa, y para eso el llanto, para que siempre sea humana esta cercanía que nos regala el canto!.

Karla Lara/ Cantora feminista. Miembra de la Red Nacional de Defensoras de DDHH en Honduras.