sábado, 30 de agosto de 2014

Carta desde el dolor y la indignación ante el asesinato de Margarita Murillo

Resulta difícil ceñirnos a los parámetros de un comunicado cuando tenemos dificultad para respirar y no digamos para procesar lo que acaba de pasar con una mujer con la historia de lucha de Margarita Murillo.

Margarita Murillo, campesina, luchadora incansable, defensora de la matria, fue asesinada el Miércoles 27 de Agosto 2014, en horas de la mañana, por hombres encapuchados mientras cultivaba sus tierra en la Aldea el Planón, Villanueva, Cortés.

Hoy queremos recordar a Margarita, como lo que es, nuestra amiga cercana, nuestra compañera en una infinidad de caminatas, en las reuniones y encuentros, que empujamos desde ese espacio que quisimos llamar Mujeres en Resistencia de la Zona Norte y Occidente de Honduras. Allí nos juntamos con Margarita, allí la escuchamos, siempre critica, pero también propositiva y con el animo de que había que juntar fuerzas para caminar hacia esos sueños, que gente como ella no abandona.

Para algunas, Margarita es la mujer sobre la cual oímos desde mucho antes, la mujer que logro salir viva de esa época tenebrosa que tanta gente recuerda con dolor. Para otras, fue la mujer que por primera vez miramos en la tarima de Plaza La Libertad, por donde pasaron muchas personas. Sin embargo, Margarita, fue esa mujer que siempre envía mensajes destinados a calar en todas nosotras. Quizás para algunos, Margarita era una piedra en el zapato, pero ¿quién no es piedra en el zapato, cuando sabe decir la verdad, con fuerza, con valentía, con pasión y sobre todo de manera coherente?

Con dolor e indignación hoy la despedimos. Recordando su largo caminar, su mirada digna, su franqueza innegable. Pero sobre todo la fuerza de su vida que en medio de la violencia, renace en la mirada y el valor de su familia, en las palabras de sus amigas y compañeras, en la convicción de muchas de no parar. En esa tierra por la que ella siempre luchó.

Hoy lo importante es que no podemos olvidar que Margarita nos comparte una fuerza interior, que llena de calor, que hace pensar como podemos seguir caminando. Es esa fuerza que envidiamos, que todas anhelamos tener, para seguir luchando, con dignidad y coherencia hacia nuestros sueños por un mundo mas justo, hermanándonos en la lucha, exigiendo justicia por ella y por todas las compañeras victimas de la violencia y la represión en Honduras.
 
Margarita nos dijo que éramos hermanas, aunque en ocasiones debatimos sin llegar a ponernos de acuerdo. Ella sabía que la respetábamos. Lo bueno, es que al encontrarnos siempre estaba esa sonrisa que caracteriza a Margarita, una sonrisa que bailaba en su rostro, recordándonos muchas cosas.
 

En una ocasión nos dijo:
Allí se queda uno tratando de luchar, más ahora con lo del golpe de estado.

Es imposible que nos retiremos, hay que continuar. Y si hay otro golpe de estado hay que seguir otra vez… Hay que continuar en la lucha.
Por sus sueños truncados, por sus sonrisas borradas, por su vida arrebatada…

¡Las mujeres exigimos justicia!


Foro de Mujeres por la Vida.

San Pedro Sula, 28 de Agosto 2014