Sambo Creek, 4 de Julio del 2016.
El asalto a la universidad
efectuado por las fuerzas de “seguridad” hondureñas, el pasado primero
de julio en horas de madrugada, forma parte de la estrategia neoliberal
de convertir la educación en un simple negocio.
El allanamiento a la Universidad tuvo como resultado 60 estudiantes
criminalizados, al mismo tiempo que la rectora Julieta Castellanos
impuso por el momento la aniquilación del diálogo y demostró que en la
Honduras post golpe, la militarización es el recurso del método. El
Ministerio Público reclamó la presencia policial y militar de forma
permanente en la universidad para así descartar la protesta social.
No deja de ser inaudito para muchos que la rectora Castellanos
recurriera a la siniestra Policía Nacional para resolver la crisis en la
universidad, cuando ella misma ha sido blanco de las agresiones
policiales además del asesinato de su hijo. Pero todo parece indicar que
en Honduras existe un aire de amnesia política, la cual permite
recurrir a la violencia y la distorsión de los hechos, como si en
Honduras en los últimos siete años no se hubieran dado más de 400
masacres y cincuenta mil muertos.
La oleada de privatizaciones que vienen promoviendo los organismos
financieros internacionales incluye por supuesto la educación, uno de
los negocios más pingues del planeta, y el que viene siendo de los años
90 uno de los objetivos principales de las reformas neoliberales.
Aunque las autoridades de la UNAH intenten negar la privatización
como el trasfondo a la reforma, una publicación del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) intitulada “Las reformas educativas como del Estado”,
señala la importancia de las Alianzas publico-privadas para la
provisión de servicios educativos, además de hacer énfasis en los tan
glorificados procesos de valuación.
En todo América Latina se escuchan clamores de disidencia ante la
contrareforma planificada por organismos internacionales los que
disfrazan las verdaderas intenciones de privatización tras la máscara de
crear un sistema más eficiente donde la evaluación y la renovación
tecnológica sirven como las herramientas con las que superará los
rezagos existentes en relación a los sistemas educativos de los países
industrializados.
La exclusión de los estudiantes del diálogo y la represión efectuada
demuestra la actitud del actual régimen de imponer criterios y de
manipular la opinión pública. Es increíble que un gobierno socavado por
el irrespeto a los derechos humanos y la ausencia de control de bastas
zonas del país que fueron entregadas al crimen organizado, utilice la
mano dura de sus desacreditadas fuerzas de seguridad para imponer su
“reforma”.
Es lamentable ver al alumnado universitario detenido y engrilletados, al mismo tiempo que los que han saqueado el país continúan incólumes y rampantes, demostrando el nivel de servilismo del aparato judicial.
Ciertamente se requiere una reforma educativa en el país en todos los
niveles, pero que sea determinada por nuestras necesidades y objetivos,
y para lograrla se tiene que basar en un dialogo destinado a lograr un
consenso en búsqueda de una verdadera educación y no una simple
escolarización dirigida a suplir ea mercado laboral.
Ratificamos que la educación debe ser liberadora y generadora de
bienestar para la población. Acuerpamos y apoyamos la lucha estudiantil
de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, por una Educación
Publica.
Fuente: Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
https://ofraneh.wordpress.com/2016/07/04/el-asalto-a-la-unah-y-la-imposicion-de-la-reforma-educativa-neoliberal/