Sambo Creek, 2 de Mayo de 2016.-
La intervenció del presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim el pasado 6 de abril,
en el Seminario de la Unión Teológica, en la ciudad de Nueva York,
refrenda la política del Banco Mundial en materia de derechos humanos,
la que en los últimos años ha retornado a los desalojos masivos en
nombre de un supuesto desarrollo.
Utilizando el nombre de “El principio de la Misericordia”, el
antropólogo y médico Jim Yong Kim se dirigió a una audiencia de líderes
religiosos a quienes trató de vender la imagen del líder mundial
proveniente de un sector que en su momento fue critico a las
controvertidas políticas del Banco Mundial y se ha reciclado como
ferviente impulsor de la energía hidroeléctrica, para frenar el aumento
de temperatura del planeta.
Al referirse a la problemática del cambio climático y energía, y la
crítica prevalente a los proyectos hidroeléctricos, descartó la
implementación de los convenios internacionales en materia de derechos
humanos justificando que la ausencia de acceso a la energía sería
catalogada también como una violación a los derechos humanos.
La intervención de la Sra. Ruth Messinger de AJSW, cuestionó ese
modelo desarrollo impositivo y sacó a relucir el reciente asesinato de
la líder indígena Berta Caceres. Jim Yong Kim no tuvo reparos en indicar
que el proyecto financiado por los Bancos FMG, FINNFUND y BCIE de todas
formas se llevaría a conclusión en medio de la disertación del presidente del B.M., ante el grupo de
teológos y religiosos congregados en el Seminario de la Unión Teológica,
Jim Yong Kim indicó que “Ya sabes, el cambio climático es una terrible,
horrible situación, pero la gente necesita energía, ¿verdad? En esta
situación en Honduras con la energía hidroeléctrica, sé que hay una gran
cantidad de crítica de la energía hidroeléctrica, pero se va a poner el
poder en lugar de todos modos”. Dando entender con sus palabras, la
irrelevancia del derecho a la consulta previa, libre e informada que
poseemos los pueblos indígenas.
De las masacres del Chixoy (guatemala) al desplazamiento de los Anuak (Etiopia)
Para entender el violento historial del BM, basta recordar el caso de la hidroeléctrica del Chixoy, en Guatamala, la que fue construida entre los años1976 a 1985, y cobró la vida de más de 4000 indígenas Ajchi. La construcción de la obra se realizó durante los años más cruentos de la dictadura militar, y aunque el B.M. fue notificado de la política de tierra arrasada que venía implementado el ejercito de Guatemala, se llamó al silencio. Posteriormente el BM fue suplantado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El estado de Guatemala en relación al caso del Chixoy recibió una sentencia en el año 2012 de parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El grupo de periodistas investigativos ICIJ -los mismos que
destaparon el tamal de los Papeles de Panamá- sacaron a flote el año
pasado, como el B.M. había desplazado con sus proyectos mas de 3,4 millones de personas,
la mayoría en África. Los fatídicos proyectos de administración de
tierras promovidos por el B.M. en Etiopía ha tenido como resultado el
desplazamiento de dos millones de indígenas Awak de la provincia de
Gambella.
Los Anuak, introdujeron una petición ante el Panel del Banco Mundial
en septiembre del año 2012, y solicitaron una investigación sobre el
Programa de Promoción de Servicios Básicos, implementado a partir de
2012. El Programacontó con un financiamiento de dos mill millones de
dólares, y supuestamente está dirigido a educación, salud y agricultura.
El programa es conocido como “aldeización”
y la mayoría de sus victimas provienen la provincia de Gambella, la que
fue entregado a inversionistas extranjeros para incrementar la
producción agrícola en Etiopía. La casi totalidad de esta producción ha
estado dirigida al mercado internacional, sin que hubiera mejorado la
seguridad alimentaria de los habitantes de ese país. El panel de
Inspección en su informe, descarta la participación del Banco en los
desalojos y relocalizaciones, indicando que ese asunto no estaba al
alcance de su investigación. Tanto el Banco como el gobierno de Etiopía
han rechazado las acusaciones, que han sido confirmados por organismos
intencionales de derechos humanos.
El caso de los Anuak no es aislado. El pueblo Sengwer de Kenia, viene siendo expulsado de su hábitat funcional en la montaña Ogiek ante la implementación de
un proyecto impulsado por los REDD en ese país. El caso del pueblo
Sengwer de Kenia, causó revuelo el año pasado, al suscitarse la quema de
cientos de viviendas y el desalojo de las comunidades asentadas en la
foresta de Embobut, localizada en las montañas de Cherangani. Mas de un
millar de indígenas sengwer fueron declarados invasores de su propio
territorio, procediendo el Servicio forestal de Kenia a perseguirlos.
En enero del año 2013, los Sengwer introdujeron una petición al Panel
de Inspección del Banco, sobre el Programa de Manejo de Recursos
Naturales, ligado al Programa de Reducción de la Deforestación y la
Degradación del Bosque (REDD por sus siglas en inglés). Una copia del
informe del Panel fue filtrada por el diario británico el Guardian,
donde salía a flote las violaciones de los derechos humanos perpetradas
por el Servicio Forestal, el que realizó desde el año 2007 hasta el
presente año.
La Gerencia del Banco ignoró las recomendaciones del Panel sobre las
transgresiones a las salvaguardas. Para finales del mes de septiembre,
la Junta del Banco emitió su postura, instando Yong Kim al presidente de
Kenia, Uhuru Kenyatta a resolver la crisis humanitaria creada por el
desalojo del pueblo Sengwer. A inicios del mes de marzo del presente
año, el pueblo Sengwer envió una carta al presidente de Kenia en la cual los indígenas señalaron que se estaba efectuando otra ronda de despojos y quemas de casas.
En muchos casos los proyectos de desarrollo del B.M., además de
beneficiar a regímenes dictatoriales, representan graves desatinos
ambientales. En el caso de Uganda, el B.M. procedió a financiar la
represa del Bujagali, en el nacimiento del río Nilo, en el Lago
Victoria, a pesar de a importancia espiritual de las cascadas del
Bujagali para el pueblo Basoga. El lago Victoria, sufre de descensos de
su nivel, ante las constantes sequías que afectan a los grandes lagos.
El régimen de Museveni -uno de los más sangrientos de Africa- recibió el
beneplácito del Panel de Inspección del Banco Mundial, el que en los
años 1999 indicó como el proyecto era nocivo para la población indígena,
y para el 2007 dio luz verde al proyecto hidroeléctrico. El Bujagali
terminó siendo otro fiasco
con la producción de uno de los kilovatios más caros del continente
africano e inaccesible para la gran mayoria de los ugandeses.
A pesar de la existencia de salvaguardas conocidas como operativas
direccionales y el Panel de Inspección, el B.M. con su ultima revisión
de salvaguardas disminuye la supuesta defensa de los derechos humanos de
los afectados por sus proyectos, hasta el punto que plantea el
reconocimiento como pueblos indígenas y a implementación del derecho a
la consulta, previa, libre e informada, como un asunto optativo para los
estados-nación.
El Principio de la Misericordia y el Respeto al Derecho a la Consulta Previa que poseemos los pueblos indígenas
Las recientes aseveraciones de Jim Kim confirman el temor de muchos
pueblos indígenas de un retroceso en materia de derechos humanos al
adoptarse las nuevas operativas del B.M, las que hasta la fecha
continúan en un proceso de “consulta¨, en el cual el BM parece escuchar
más a los inversionistas y estados-nación que a los pueblos indígenas y
comunidades campesinas
Como prueba del desprecio que suele mostrar el B.M., hacia los
pueblos afectados por su cartera de proyectos, La OFRANEH recurrió al
Panel de Inspección del B.M. en el año 2006, ante la ausencia de
consulta en relación a la Ley de propiedad de Honduras y el Proyecto de
Administración de Tierras (PATH), las recomendaciones del panel de inspección fueron ignoradas por la Gerencia del Banco y en la actualidad, la Ley
de Propiedad es utilizada para diluir los títulos comunitarios otorgados
por el estado de Honduras al pueblo Garífuna.
Los pueblos indígenas no reclamamos misericordia, simplemente el
apego de las instituciones financieras internacionales y los
estados-nación a los Convenios y Tratados existentes, los que han sido
creados para proteger a nuestras culturas y territorios. Es por eso que
rechazamos y condenamos las declaraciones del presidente del Banco
Mundial Jim Yong Kim, donde demuestra no solo desprecio hacia las
persona dedicadas a la defensa de los derechos humanos y de la vida,
sino que así mismo pretende ignorar que la destrucción inmisericorde de
los bienes comunes y la naturaleza son la razón principal del cambio
climático que esta condenando a la desaparición del planeta y de la
humanidad.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH