Ana Mirian Romero es una destacada defensora de derechos humanos en Honduras. La defensora es integrante del Movimiento Indígena Lenca de La Paz Honduras - MILPAH y del Consejo Indígena de San Isidro Labrador.
La defensora ha luchado por el reconocimiento de los derechos
territoriales de las comunidades indígenas desde 2010, cuando el MILPAH y
el
Consejo Indígena de San Isidro Labrador presentaron una demanda de
adjudicación para el reconocimiento de sus tierras ancestrales en el
municipio. Ana Mirian Romero es una de las finalistas para el Premio Anual 2016 de Front Line Defenders para Defensores/as de Derechos Humanos en Riesgo,
que rinde homenaje a la labor de las y los defensores de derechos
humanos que, a través del trabajo no violento, hacen una contribución
sobresaliente a la promoción y protección de los derechos humanos de sus
comunidades, a menudo enfrentando gran riesgo personal.
Aproximadamente
a las 4 pm, cuatro hombres de la comunidad de Potrero entraron a la
casa de la defensora de derechos humanos armados con machetes y una
pistola. La defensora se encontraba con sus hijas e hijo, los cuales
fueron todos amenazados e intimidados por los invasores. Dos de los
hombres fueron identificados por la defensora, quien indicó que los
mismos individuos ya la habían amenazado anteriormente. La intimidación
contra Ana Mirian Romero se dio tras la visita de una periodista de la
BBC Radio y un periodista hondureño, ese mismo día, quienes la
habían estado visitando para realizar un documental radial sobre la
historia de la defensora de derechos humanos.
La intimidación y amenazas de muerte ocurrieron varios meses después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgara medidas cautelares en favor de Ana Mirian Romero y su familia, el 24 de noviembre de 2015. Las medidas cautelares también fueron emitidas en favor de otros 12 miembros del Consejo Indígena de San Isidro Labrador y del MILPAH.
La defensora ya había sido anteriormente objeto de actos de intimidación y ataques. El 29 de enero de 2016, sufrió un ataque incendiario en su domicilio, llevado a cabo por personas desconocidas. El 2 de noviembre de 2015, hombres no identificados dispararon más de quince tiros fuera de su domicilio. Este incidente se produjo en el mismo día en que Ana Mirian Romero fue dada de alta del hospital al que había ingresado a consecuencia de un ataque previo, ocurrido el 22 de octubre de 2015. Ese día, aproximadamente a las 4:30 de la mañana, el hogar de Ana Mirian Romero fue allanado por la policía. Un contingente de 30 policías ingresó a su casa usando la fuerza y sin presentar orden formal para ello. Durante el incidente, los agentes golpearon
a Ana Mirian Romero, quien tenía 24 semanas de embarazo. Ella fue
llevada posteriormente al hospital en un estado grave de salud, corriendo el riesgo de sufrir un aborto como resultado del ataque.
Los ataques
a Ana Mirian Romero han ocurrido en un contexto de intensificación de
los riesgos que enfrentan las y los defensores de derechos indígenas en
el departamento de La Paz y en Honduras. El 20 de diciembre de 2015, el cuerpo del Sr. Javier Vásquez Benítez, hijo del defensor de derechos humanos y prominente líder indígena Sr. Gilberto Vásquez, fue encontrado en un barranco en Santa Elena. En mayo de 2015, el cuerpo del defensor de derechos humanos Sr. Silvestre Manueles Gómez fue
encontrado desmembrado en la orilla del río Chinacla, en la frontera de
los departamentos de Intibucá y La Paz. En enero de 2015, el defensor
de derechos humanos y miembro del MILPAH, Sr. Juan Francisco Martínez, fue asesinado.
Front Line Defenders condena enérgicamente las amenazas de muerte e intimidación recibidas por Ana Mirian Romero y sus hijos, lo más reciente de una serie de ataques y actos de intimidación perpetrados contra defensoras y defensores de derechos humanos y líderes indígenas en el departamento de La Paz y en Honduras, evidenciado internacionalmente con el asesinato de Berta Cáceres. Front Line Defenders considera que estos
ataques están directamente relacionados con la labor legítima y pacífica de la defensora y líderes indígenas en
la defensa de los derechos humanos.
Front Line Defenders insta a las autoridades hondureñas a que:
1. Inicien una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre la intimidación y amenazas de muerte contra Ana Mirian Romero y su familia, con
el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal
competente e imparcial, y aplicarles las sanciones previstas por la ley en consonancia con los estándares internacionales;
2. Tomen todas las medidas necesarias para garantizar en todo momento la integridad física y psicológica de Ana Mirian Romero y su familia, incluyendo la implementación inmediata de las medidas cautelares otorgadas en su favor por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos;
3. Aseguren que todos los defensores y defensoras de derechos humanos en
Honduras, en el desarrollo de
sus actividades legítimas en defensa de los derechos humanos, puedan
operar libremente sin miedo a restricciones ni represalias.