lunes, 9 de mayo de 2016

CARTA PÚBLICA / INACEPTABLES DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DEL BANCO MUNDIAL, SR. JIM KIM, SOBRE ASESINATO DE BERTA CÁCERES (09052016)

mayo 8, 2016
-Palabras del Sr. Jim Kim suponen una justificación tácita del asesinato de personas defensoras de derechos humanos
-Su concepción del “desarrollo” contradice directrices de la ONU respecto a los derechos humanos

Mesoamérica, 9 de mayo de 2016 – Las 750 mujeres defensoras de derechos humanos de El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua que integramos la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos manifestamos nuestra indignación y preocupación ante las recientes declaraciones del Sr. Jim Kim, presidente del Banco Mundial, el pasado 6 de abril en el Union Teological Seminary de Nueva York (EE.UU), en el marco del evento “The principle of mercy” (“El principio de la Gracia”), tras ser interpelado sobre el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres. Sus palabras, a nuestro entender, suponen una justificación tácita de este crimen y, por tanto, del resto de ataques contra personas defensoras del territorio y los bienes naturales.

El Sr. Jim Kim, con relación al asesinato de la defensora indígena lenca, aseguró que “No se puede hacer el tipo de trabajo que estamos tratando de hacer –en referencia al trabajo del Banco Mundial– y no tener algunos de estos incidentes”. Pasando a continuación a desgranar toda una serie de argumentos que suponen la aceptación de una concepción del “desarrollo” que atenta contra los derechos fundamentales de las personas, los pueblos y comunidades.
La concepción de “desarrollo” sugerida por el Sr. Kim implica que algunos pueblos, cosmovisiones y maneras de habitar el planeta sean sacrificables en beneficio de quienes brindan y sostienen el modelo hegemónico en los llamados “países desarrollados”. Además, la implantación de estas políticas muchas veces se lleva a cabo sin atender los mecanismos establecidos por la ONU, como el convenio 169 de la OIT, apoyándose en autoridades locales muchas veces corruptas que lejos de velar por los intereses de sus comunidades actúan en beneficio de empresas privadas provocando conflictos sociales, represión y ataques contra personas y organizaciones defensoras de derechos humanos.

El presidente del Banco Mundial, sustentándose en una visión absolutamente acrítica con el modelo económico y de desarrollo que determina los insostenibles niveles de consumo energético vigentes, aboga por las empresas hidroeléctricas argumentando el supuesto menor impacto ambiental que estas tendrían frente a otros sistemas de producción de energía. Este argumento supone a todas luces un intento de quitar legitimidad a la digna lucha de nuestra compañera Berta Cáceres, por la cual fue asesinada; así como de otorgar legitimidad al modelo de “desarrollo” hegemónico y, por tanto, a la imposición de las políticas de despojo de los bienes comunes y de afectaciones al medio ambiente que ponen en peligro no solo la existencia de las comunidades afectadas, sino la sostenibilidad y viabilidad del planeta entero. 

Además, la imposición de este modelo de desarrollo tienen un impacto evidente sobre la vida de las mujeres, siendo uno de los factores que más han contribuido al fenómeno de la “feminización de la pobreza”, al afectar el tejido social y generar desplazamiento forzado de poblaciones, aumento de la inseguridad, la violencia y la desestructuración de familias, atacar la soberania alimentaria y generar escasez y precariedad en los bienes de primera necesidad. Por si fuera poco, muchas veces van acompañados de procesos de militarización de los territorios que generan más violencia contra las mujeres, incluida la violencia sexual.

No es casual, por tanto, que tal y como atestigua nuestro Informe 2012-2014 de agresiones contra defensoras de derechos humanos en Mesoamérica, las defensoras más agredidas en la región son las que desarrollan su labor en un ámbito local y defienden el territorio y los bienes naturales; siendo sus principales agresores actores estatales de todos los niveles (66% de los casos) y las empresas privadas (22%).
Las declaraciones del Sr. Jim Kim revisten de especial gravedad al tratarse de un funcionario de un organismo multilateral e intergubernamental de desarrollo, organismo que tiene como su misión velar por el fin de la pobreza a nivel global, en sus propias palabras: “…a través de un proceso de globalización inclusivo y sostenible”. 

En un momento en que diversos Fondos han decidido o están planteando retirar sus inversiones en países como Honduras, en señal de repudio de actos criminales relacionados con la imposición de megaproyectos como el de Agua Zarca, construido por la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), estas declaraciones parecen tener la intención de enviar un mensaje en sentido contrario, invitando a los fondos a reconsiderar su decisión y alentándolos a continuar financiando estos proyectos. 

Además, la justificación tácita del asesinato de Berta Cáceres, reduciéndolo a “incidente”, en el sentido de daño colateral respecto a procesos necesarios e irrenunciables, además de ser una aberración moral y de suponer un agravio inadmisible a la familia, a labor de su organización, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y al entorno de la defensora asesinada, implica poner en riesgo inminente a las miles de personas que en el planeta y en la región están defendiendo sus tierras, sus comunidades y los bienes naturales, pues están dando a entender, por boca de un alto funcionario representante de un organismo internacional, que atacar, intimidar o incluso asesinar a quien defiende derechos humanos no es tan grave si lo que está en juego representa, según el modelo hegemónico, un bien mayor, lo cual no és solo intolerable, si no que es execrable y criminal.

Por todo ello, desde la IM-Defensoras exigimos:
-Una inmediata rectificación por parte del Sr. Jim Kim, acompañada de una disculpa pública a la familia de Berta Cáceres y la condena expresa y sin matices de su asesinato.

-El retiro definitivo de los fondos para la construcción del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.

Que las personas que ocupan cargos públicos de alto nivel se abstengan de deslegitimar con sus declaraciones el trabajo de defensa de derechos humanos.

-Que en sus acciones, los bancos multilaterales de desarrollo respeten el derecho de los pueblos a la consulta previa, libre e informada, asi como que sus inversiones se realicen siempre y cuando no perjudiquen las costumbres y medios de vida de las poblaciones locales.