lunes, 10 de marzo de 2014

Desde este lugar y en este tiempo

Las insurrectas autónomas  reconocemos la vida de todas las especies entendiendo que no es la humana la más importante, por tanto celebramos los macuelizos y jacarandas luminosas; las aguas de los ríos sin represar en su abrazo con las piedras y las tierras sin propiedad ni patrones; el canto de las aves que aguardan las lluvias y sus ciclos abusados por las industrias, el extractivismo y la avaricia neoliberal, el aire fresco de quienes resistimos a castigos divinos de las instituciones religiosas fundamentalistas y sus odiosos dioses.

Las insurrectas autónomas abrazamos las luchas desde todos los medios, mañas e inventos para escoger el placer y la buena vida por encima de la matanza de los hombres y sus instrumentos. Nos sabemos parte de una historia y un contexto de injusticia y miseria de siglos de patriarcado y racismo; parte también de comunidades y colectivos que cambian buscando otros horizontes éticos sin explotación y esclavitudes. Potenciamos el asombro, las fragilidades necesarias y la ternura para rehumanizar relaciones que se construyan desde sitios que no sean la destrucción del régimen mundial si no la imaginación actuante con sus intentos y aciertos.
 
Somos pocas y distintas. Algunas movidas porque no considere el consumo como opción, otras enfrentamos la agresión intentando no alimentar el monstruo de la basura y su tristeza, hay quienes nos posicionamos por las disidencias en las formas de amar y vivir la sexualidad mediante palabras escritas, hay quienes buscan en las espiritualidades libertarias su modo de andar, y otras que consideran necesaria dosis de fuerza para defender y autodefenderse de las agresiones patriarcales dirigidas desde todos los poderes. A veces compartimos esquinas de todos estas propuestas y sabemos que otras más vendrán, mientras tanto nos gusta reír, comer y cuidarnos solas y acompañadas.
 
Nuestros proyectos políticos están en la magia, el invento y la autonomía de lo personal y colectivo: nos pensamos como mujeres con deseos de relaciones y materialidades para sostenernos en una vida que valga la pena y que sea vivible con otras y con el mundo de las cosas, otros seres vivos y los pensares. 
 
No sabemos bien como hacer política desde prácticas que no alienten los caudillismos, la enajenación como metodología ni las mentiras institucionales, pero no nos preocupan ni las masas ni los panaderos, muchos menos las recetas. Confiamos en los actos rebeldes de la vida cotidiana que crecen en los huertos, en las palabras, en las acciones concientes, en los amores sin dominación ni culpas, en el arte como oficio de rabia creativa, en la potencia de la conversación y sus conspiraciones, en los orgasmos del paladar y los sexos.

Las insurrectas autónomas somos anarkistas y desobedientes, algunas feministas, otras lesbianas, todas por la vida sin amos ni patrones, por el buen amor y  buen humor, la justicia, la belleza, la comida y el agua sin químicos y el tiempo libre.
 
Cargamos con nuestra memoria de locura creativa, con nuestros dolores en proceso de transformación y nuestras tazas.   
                                             
                                           Insurrectas autónomas                                     
                                                          Honduras, 8 de marzo 2014