Escrito por Lucia Vigil Saybe: La globalización en un proceso según Jane Knight, cuyo objetivo es la
transmisión mundial de las ideas, servicios, productos, conocimientos y
la más importante, la tecnología. Mientras tanto la
internacionalización de la educación superior se describe como el
proceso de integración de una dimensión internacional con sus culturas y
pensamiento único a la enseñanza/aprendizaje, investigación y el
posterior “servicio” de una universidad y si se desea apreciar, el
sistema por completo de educación superior.
El debate sobre la internacionalización surge cuando se cuestiona si
el papel de las universidades parte de una simple reproducción del
sistema neoliberal o si de verdad es necesaria para las reformas
universitarias. No hay ninguna receta ni un único conjunto de
indicadores para una universidad internacionalizada. La
internacionalización es un proceso de cambio diseñado a medida para
satisfacer las necesidades y los intereses de cada entidad de educación
superior.
El hecho de adoptar un modelo de internacionalización en la UNAH con
la aplicación de la reforma universitaria, pareciera que es porque la
misma “está de moda” o para adecuarse a una “imagen de marca”,
invalidando los procesos de transmisión de cultura real y conocimiento
desde la cientificidad. El giro de la internacionalización en el Alma
Máter de Honduras, hace que me pregunte, ¿qué ocurre si una institución o
un país utilizan la internacionalización de la educación superior como
una herramienta para el beneficio económico o la ventaja política?
¿Cómo inicia la internacionalización?
El motor real para impulsar la internacionalización de la
educación superior, es la previa autoevaluación institucional. La UNAH
emprendió su proceso de autoevaluación institucional, en al año 2015 (10
años después de la aprobación de la IV reforma universitaria)
trascendiendo los límites de un asunto pedagógico para entrar en el
territorio del debate social sobre el sentido real de la universidad y
de la educación superior de este siglo. Este, ha adquirido una
considerable amplitud y envergadura del tal modo que constituye una de
las herramientas principales para la acreditación en nuestro tiempo. El
proyecto de Autoevaluación Institucional de la UNAH, afirma que “La
autoevaluación es un proceso auto gestionado, sistemático, de reflexión y
análisis crítico colectivo, que valora a lo interno la calidad de los
procesos educativos, los resultados, el impacto de los mismos y en
general el quehacer de la institución con el objetivo de mejorar su
calidad.”
La autoevaluación, es una construcción de las
universidades-corporaciones con pensamientos de excelencia que
desvirtúan la pluralidad de sus estudiantes además querer examinar los
cambios sociales, económicos, tecnológicos y demográficos bajo un solo
término de “calidad “me parece muy determinista. Este tema se sitúa en
la encrucijada de dos caminos: la autonomía y la prestación de un
servicio.
La evaluación institucional de la UNAH, se rige por varios principios
entre ellos el ser un proceso participativo ( involucra a todos los
sectores en el proceso de análisis y reflexión, autoridades, docentes,
estudiantes, graduados, administrativos y empleadores), a la larga
resulta ser un proceso entre “cuál carrera debe cerrarse porque no posee
demanda” o la interesada interacción entre los docentes con las
asociaciones de carrera para institucionalizar de una vez por todas, la
calidad y eficiencia.
La autoevaluación de la UNAH también lleva un componente económico,
pues el Proyecto de Autoevaluación lleva consigo la rendición de cuentas
por parte de las carreras, sobre el uso óptimo de los “abundantes
recursos” en cada unidad académica. Este enunciado, asume que las
universidades son equivalentes a las empresas y que, por consiguiente,
el gasto público en inversión y hay que justificar al Estado de
Honduras.
Para finalizar el primer paso de la internacionalización, quisiera
señalar que los procesos de autoevaluación no son malos, de hecho, son
necesarios. Pero como todo en la reforma universitaria parece ir para
atrás, entonces se han olvidado de la depuración en el sistema
administrativo, el saneamiento real de los y las docentes y lo más
importante: autoevaluación de las autoridades universitarias. La reforma
universitaria, avala los procesos de calidad y pertinencia alejado de
la transformación desde la cúspide de la pirámide organizacional y se
enfoca en la supresión de la mala imagen de la universidad, los y las
estudiantes (catalogados por su índice académico).
Acuerdos y tratados internacionales
A menudo se cree que cuantos más acuerdos internacionales
establezca una universidad o en cuantas más redes participe más
prestigiosa y atractiva será para otras instituciones y estudiantes.
Pero la práctica demuestra que la mayoría de las instituciones no son
capaces de gestionar un número tan elevado de acuerdos, ni tan siquiera
para obtener algún beneficio. Mantener unas relaciones activas y
fructíferas requiere grandes inversiones en recursos humanos y
económicos del profesorado, los departamentos y las oficinas
internacionales.
Así, en muchos casos, una larga lista de socios internacionales
refleja meros acuerdos sobre el papel, pero no relaciones productivas.
La cantidad se considera más importante que la calidad y la lista de
acuerdos internacionales es más un símbolo de estatus que un registro de
colaboraciones académicas funcionales. Una tendencia más reciente es la
reducción del número de acuerdos a diez o veinte prioritarios con toda
la institución. Eso puede comportar relaciones más globales y
sostenibles, pero también una sensación de malestar entre el profesorado
y los investigadores a causa de un enfoque de arriba abajo de la
colaboración internacional y del menoscabo de intereses curriculares o
de investigación internacionales.
Se ha escrito y manifestado en muchos espacios que
la aprobación de las normas académicas, responde a las presiones
internacionales en la búsqueda de la calidad educativa, eficiencia,
eficacia y acreditación. La unidad de convenios de la UNAH, en sus
informes desde el año del 2005 mantiene una sumatoria de alrededor de 84
convenios que ingresaron a Consejo Universitario y de los cuales ni la
mitad fue ratificado por el incumplimiento de requisitos, uno de ellos
es el promedio global de los y las estudiantes, por lo tanto, eliminar
las notas rojas del sistema constituye una de las principales
estrategias.
Un ejemplo claro es la firma del Convenio Académico celebrado entre
el College Board (ONG organizada bajo las leyes de New York, Estados
Unidos para ofrecer servicios educativos, de evaluación y acreditación) y
la UNAH. Donde las partes acuerdan la evaluación de aptitud de los
estudiantes y surge como la primera forma para la “selección” que es una
“elección” de los y las que pueden recibir educación pública.
Además del primero mecanismo de exclusión estudiantil, el precio de
Prueba de Aptitud Académica (PAA) es de 12$ por cada prueba sin incluir
los gastos de envío desde Puerto Rico a Honduras. La matrícula
preliminar del 2016 ha sido de 88,219 de los cuales 9,611 son primer
ingreso, como monto total a pagar por exámenes de admisión es de
115,332$ (2, 571,903.6Lps), recordar que el pago de impuestos de los
ciudadanos y ciudadanas y plan de arbitrios de la UNAH son los que
sostienen financieramente “el control de masa estudiantil” representado
en el PAA.
La comunidad internacional, también puede ingresar en los espacios
educativos sea para colaborar o para buscar el mecanismo idóneo para la
homogeneización del pensamiento de los y las educandos.
Rankings Internacionales
No hay duda de que en los últimos siete años los rankings
internacionales y regionales de universidades se han hecho más populares
y problemáticos. El debate acalorado sobre su valor y su validez y
fiabilidad sigue vigente. Pero al mismo tiempo, los rectores
universitarios afirman que un resultado cuantificable de la
internacionalización es la consecución de una posición específica en una
o más listas globales.
No obstante, que el propósito de la internacionalización de una
universidad sea mejorar su marco o posición a escala global es una
suposición incorrecta, ya que confunde una campaña de marketing
internacional con un plan de internacionalización. La primera es un
ejercicio de promoción y creación de marca; el segundo es una estrategia
para integrar una dimensión internacional, intercultural y global en
los objetivos, la docencia, la investigación y los servicios de una
universidad. Los objetivos, resultados previstos e inversiones de una
iniciativa de creación de marca global son distintos de los que exige la
internacionalización académica. Es un mito que un esquema de marketing
internacional sea el equivalente de un plan de internacionalización. Eso
no quita que un plan estratégico exitoso de internacionalización pueda
suponer una mayor visibilidad internacional; pero el reconocimiento no
es el objetivo principal, sino uno secundario.
A pesar de la visión presentada anteriormente, una de las principales
estrategias para consolidar una internacionalización que abruma es la
publicidad internacional de nombre, la UNAH y su proyección con fomento
al deporte y arte (construcción del edificio polideportivo),
intercambios en pasantías para docentes y estudiantes, redes de
investigación (seleccionada) con otras universidades, entre otras; ha
sido la manera de generarse imagen y un posicionamiento bastante estable
nacional e internacionalmente, recalcando que la misma sigue alejada de
las realidades y bases nacional de cada estudiante, docente y
trabajador. Sino recuerde que estamos entre las 150 universidades mejor
calificadas de América Latina.
El ranking internacional subestima y deshumaniza totalmente a la masa
estudiantil, la califica y pondera, tal cual como lo hacen las
empresas. Educar para hacer rankings es la opción neoliberal y
tecnocrática.
Centralización del presupuesto
El uso eficiente de los recursos financieros, es otro de los
pilares fundamentales para la internacionalización de la educación
superior. Para el uso eficiente del 6% que transfiere el Estado de
Honduras a la UNAH, es necesaria la asignación presupuestaria por
priorización, al igual que en muchos aspectos ésta asignación ha
respondido a los intereses cosméticos de las autoridades universitarias.
Ciudad Universitaria se ha convertido en la matriz de una casa de
estudios que no aporta ni le interesa adecuar las condiciones de los
centros regionales. A pesar que el modelo de distribución financiero
afirme que los presupuestos deben ser asignados por número de
estudiantes, la UNAH no cumple ese enunciado y tampoco cumple la
rendición de cuentas al Estado (nadie lo exige tampoco).
La desproporcionalidad es abismal cuando tenemos en cuenta las masas
estudiantiles por carrera, por facultad y por centro regional. Ciencias
de la Salud posee sin duda la más alta cantidad de desembolsos, tanto
que para el 2015 esta facultad tenía 2 veces el presupuesto que un
centro regional. En fin, la precariedad en presupuesto para los centros
regionales podría terminar en el cierre del centro regional y más
efectivo para ciudad universitaria, a la par el proceso de la
privatización de la educación superior por mala distribución.
Podría seguir mencionando asignaciones de presupuestos y soluciones a
los problemas antes mencionados, sin embargo, es necesario se comprenda
el problema de la IV reforma desde muchas perspectivas.
El proceso de la IV reforma no es explícito respecto a la
privatización de la UNAH, actualmente estamos en un proceso de
mercantilización de la educación superior desnaturalizada, posterior a
la mercantilización es posible una privatización del sistema solo si la
descapitalización continúa, si se presentan nuevas alianzas con la
empresa privada y si se manifestara algún tipo de desfalco.
La reforma, específicamente en el plan de arbitrios estipula nuevos
cobros al sector estudiantil para contrarrestar la descapitalización y
responde a una manera desesperada de “autogestión”, el efecto en la masa
estudiantil poco interesa o es relevante. La UNAH aún mantiene un
espacio para alianzas estratégicas con el sector empresarial que no
deben ser descartadas, por eso es necesario que la misma mantenga altos
índices de desempeño académico y esa es la preocupación por sacar del
sistema a las notas reprobadas de los y las estudiantes.
LA UNAH EN CIFRAS
Como institución anidada a la transferencia del 6%
de presupuesto nacional, la UNAH podría y debería mantenerse si el mismo
se entregará a totalidad y si la inversión de ese presupuesto fuera
priorizada. Según informe del Anteproyecto Plan Operativo Anual (POA) y
el anteproyecto de presupuesto de ingresos y egresos de la UNAH, período
fiscal 2016, el presupuesto asignado al Alma Máter se ha incrementado
de la siguiente manera:
Detalle | 2014 | 2015 | 2016 |
Transferencia del Gobierno (millones de lempiras) | 4221.0Lps | 4280.0Lps | 4589.8Lps |
Elaboración propia.
En el año 2015 con respecto al 2014 en CINCUENTA Y NUEVE MILLONES DE
LEMPIRAS (L 59.0MML), que representan un 1.4% y en el año 2016 en
TRESCIENTOS NUEVE PUNTO MILLONES DE LEMPIRAS (L 309.8 MM) un 7.2% con
relaci6n al año 2015, hay que considerar que estos incrementos incluyen
algunos proyectos de arrastre.
El anteproyecto de presupuesto 2016, presenta egresos iguales a los
ingresos de la UNAH y se afirma que es una asignación por programas que
está distribuida de la siguiente manera:
Descripción | Presupuesto asignado | Porcentaje |
Actividades Centrales | 1654.9 | 36.05% |
Desarrollo académico | 2177.2 | 47.43% |
Desarrollo físico y tecnológico | 757.8 | 16.50% |
Total | 4589.8 | 100% |
Elaboración propia.
Las actividades centrales constituyen las actividades operativas que
se realizan en la UNAH, las actividades de desarrollo físico y
tecnológico son todas las obras de infraestructura y el desarrollo
académico comprende toda el área de investigación de las facultades. Con
los datos anteriores y que fueron aprobados en Consejo Universitario,
podemos considerar que la investigación científica a pesar de contar con
un 47.43% del presupuesto, es la rama más olvidada por la academia y
hasta el momento condicionada por las líneas investigativas de la
reforma, tomando en cuenta que se asigna de manera fantasma de este
presupuesto para el cumplimiento con el artículo 3 de la Ley Orgánica
que dice “La Universidad Nacional Autónoma de Honduras pondrá su mayor
interés en la formación de profesionales y técnicos, dotados de una
amplia cultura que los capacite para resolver problemas nacionales, con
pleno conocimiento de la realidad física, social y económico de
Honduras”. Y el 16.50% que corresponde a infraestructura me parece una
cifra un tanto baja para tantos proyectos el licitación y en
construcción en Ciudad Universitaria y el San Pedro Sula.
Un fenómeno que se viene advirtiendo hace unos años es la
descapitalización de la UNAH, entendiendo a la descapitalización como el
“proceso de pérdida de valor de los elementos patrimoniales de una
sociedad y además el descenso de la importancia de los recursos propios
de una entidad al aumentar el peso de su deuda sin poder responder ante
ella”. El éxito de la descapitalización de la universidad pública afirma
Sousa Santos ha sido gracias a “la universidad y sus aliados políticos,
ante la reducción de inversión en dicho sector no hubo oposición
política aglutinada y la quisieron aprovechar para la resolución de
conflictos políticos institucionales de las mismas”.
De la misma manera en la que un consumidor final paga la mala
administración de la empresa, también los y las estudiantes pagamos la
descapitalización de la UNAH (inversiones innecesarias en edificios de
rectoría, viáticos para los becados, viáticos para docentes,
incumplimiento del pago del 6% por parte del estado de Honduras) bajo
nuevas medidas de cobros aplicadas por el plan de arbitrios estipulado
en las normas académicas de la IV reforma universitaria.
Las reposiciones de examen, pagos de laboratorio, pagos por trámites
de graduación, pagos por repitencia de clases (estipulado en el plan de
arbitrios) entre otros, constituyen las maneras de regenerar el capital
en la UNAH y evitar el gasto innecesario en los educandos que al parecer
generan “gasto” al Estado de Honduras y a la academia.
Con tanto aporte monetario estudiantil es justo y merecido que la
distribución de laboratorios, reactivos, computadoras, data shows,
espacios de recreación, bonos de transporte, material de oficina,
sillas, edificios, baños adecuados, zonas para las personas con
capacidades especiales, entre otros. Estén a la orden del día. ¿Cuenta
usted con todo esto? ¿Tiene participación para opinar sobre lo que se
debería hacer con todo este ingreso que paga? ¿Le interesa saber qué
hace la UNAH con todo este dinero?
Ojalá los espacios para la toma de decisiones en la UNAH fueran más
participativos y democráticos, nadie se quejaría si la adecuación de los
laboratorios estuviera a la orden del día, nadie se quejaría si se
hiciera rendición de cuenta por el presupuesto de la UNAH, nadie se
quejaría si los desembolsos para investigación fueran equitativos (no
solamente para docentes) y nadie se quejaría si dejaran de equipar
edificios con cámaras de seguridad de última generación en vez de
equipar a los centros regionales. Las prioridades de las autoridades
universitarias dan pena y nos damos cuenta que ni con tanta “inversión”
en cemento la UNAH se pintaría de pueblo.
BIBLIOGRAFÍA
- ANTEPROYECTO PLAN OPERATIVO ANUAL (POA) Y ANTEPROYECTO DE PRESUPUESTO DE INGRESOS Y EGRESOS DE LA UNAH. PERIODO FISCAL 2016. (COMISION NOMBRADA MEDIANTE ACUERDO N° CU-0-176-12-2015)
- Convenio académico celebrado entre el College Board de Puerto Rico y América Latina y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras para aplicar las pruebas del College Board. 2014. Dirección de Sistema de Admisión.
- Reporte de ingresos por concepto. Departamento de tesorería, UNAH. (2016)