Del 22 al 26 de noviembre feministas, organizaciones de mujeres y
defensoras de derechos humanos de distintos
municipios del país; activistas, periodistas y expertas en derechos humanos
de Estados Unidos, México,
Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y de otros países, articuladas en el observatorio
de violaciones de Derechos y resistencias de las mujeres en el proceso electoral, )Honduras 2013unimos nuestras voces,
luchas, cuerpos y resistencias para generar un
grito que acompañe y denuncie las violaciones a los derechos humanos de las mujeres en el contexto electoral;
poniendo énfasis en las resistencias y transgresiones que llevan a cabo
las mujeres en este contexto.
Durante los
0ltimos 60 años las hondureñas han construido la ciudadanía política de las mujeres; quienes actualmente representan más de la mitad del total de
la población que puede
ejercer el derecho al voto en las elecciones generales del próximo domingo
23 de noviembre
Hoy las hondureñas se enfrentan a un contexto
complejo y violatorio de sus derechos humanos, en el cual el
derecho a la vida libre de toda violencia es diariamente lesionado.
En el 2012,
un promedio de 50 mujeres fueron asesinadas cada mes en Honduras, la mayoría de
ellas menores de 30 años, incluyendo niñas de corta edad, además, las organizaciones
civiles reportan más de cinco mil denuncias de violencia sexual para ese mismo período. Las denuncias de mujeres que enfrentan violencias han
aumentado ante la fiscalía de la Mujer. Sin embargo, la respuesta a la
demanda de justicia es mínima. Algunos datos hablan de casi un 98 por
ciento de impunidad respecto a las denuncias que las mujeres realizan ante los
operadores de justicia.
Las Naciones Unidas afirmaron en un estudio Global sobre Homicidios, que Honduras es el país más violento del mundo, en una zona en la
cual formalmente no
se ha declarado una guerra. Distintas relatorías especiales de Naciones Unidas
y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como declaraciones e
informes de organizaciones como amnistía Internacional, establecen que Honduras es uno de los países en el cual ejercicio de defender derechos humanos está
en alto riesgo. En este marco se recrudecen las acciones de
criminalización y persecución política contra las defensoras que
Están al lado de sus comunidades protegiendo sus
territorios ancestrales, su tierra, su agua, sus bosques, sus bienes comunes que
son la garantía para la vida de sus comunidades y que pretenden ser usurpadas
por empresas nacionales e internacionales en complicidad con la institucionalidad
formal.
Hoy vemos una Honduras militarizada como un escenario
para una guerra, pero también vemos la convicción de un pueblo que cree que
puede contribuir la historia a través del proceso electoral. De eso seremos
observadoras y compañeras de las resistencias y transgresiones de las mujeres
para ejercer el derecho a decidir a quiénes quiere
en los cargos de
decisión popular.
El
impedimento a la libre circulación, las amenazas directas contra
mujeres y defensoras; obstáculos
para la libre movilización, dificultades para el acopio de documentación y acceso
a información, limitación para ejercer el derecho al voto mediante el robo de documentación
o manipulación de la intención de voto, cateos injustificados, chantaje, retenes
continuos, allanamientos, no entrega de cédula de identidad o retención de la misma, incumplimiento de sus funciones por parte de empleados publicos, violaciones
a la integridad física o psicológica mediante
agresiones o insultos o tratos denigrantes, así como
obstaculización de la
libertad de expresión y de prensa, son entre otras las posibles manifestaciones
para impedir el sufragio libre y seguro.
Pese a los continuos ataques, violaciones de derechos humanos y aumento de
los feticidios, las resistencias de las mujeres y feministas han generado
iniciativas para observar, prevenir,
disuadir, registrar y hacer visible estos delitos. Por otro lado, han desarrollo alternativas positivas para impulsar el ejercicio de ciudadanía
plena de las mujeres.
Por lo anterior, las elecciones de este 24 de noviembre representan el reto
de construir una nueva propuesta de país que camine hacia la desmilitarización, hacia un
desarrollo que incluya el bienestar de las mujeres y el cuido de los bienes
comunes, el nombramiento de un gobierno que ratifique y aplique el protocolo de
la Convención para la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujeres, CEDAW
por sus siglas en ingles, para garantizar los derechos
de todas las mujeres y establecer un gobierno que trabaje y
abra un dialogo con la sociedad.
La observación
además, contribuir a hacer visibles las prácticas emancipadoras, que realizan las hondureñas para
enfrentar las violencias del patriarcado capitalista.
Garantizar la
libertad y la seguridad de la vida de quienes informarán del desarrollo de las votaciones del domingo 24, es también un desafío
para uno de los países más peligrosos para ejercer esta labor. Desde el
2002, los organismos de derechos humanos nacionales han registrado los
asesinatos de 36 periodistas y comunicadores de
distintas zonas del país, de esas muertes 29 ocurrieron durante el gobierno de
Porfirio Lobo.
Por la promoción, protección e impulso de los derechos humanos de las mujeres en Honduras,
Grupo
impulsor
Centro de Derechos de Mujeres (CDM),
Centro de Estudios de la
Mujer-Honduras CEM-H)
SADE Honduras,
Foro de Mujeres
por la Vida
Red Nacional de
Defensoras de Derechos Humanos de Hondura
Cattrachas
Observadoras Internacionales
Red Internacional de Periodista Con Visión de Género
Confluencia Feminista Mesoamericana Petateras
Jass – Asociadas por lo Justo
Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos
CIMAC
La Cuerda