SEGUNDO ENCUENTRO DE DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS HONDURAS
El 7 y 8 de noviembre, reunidas más de 60 mujeres defensoras de once
departamentos de Honduras, con diversas identidades, contextos y ámbitos
de lucha, acompañadas y fortalecidas con la presencia de compañeras de
Guatemala, El Salvador, Nicaragua y México para tejer hilos de
sororidad, fuerza, alegría y; por el amor por la vida, por los bosques,
la tierra, el agua y la autonomía de nuestros cuerpos, declaramos:
Nos reconocemos activistas, defensoras, autoras y protagonistas de las
diversas luchas para enfrentar el saqueo, el retroceso en materia de
derechos, el robo, la discriminación y las diferentes violencias que
ejercen el patriarcado, el capitalismo y los fundamentalismos. Las
mujeres defensoras también alzamos nuestras voces desafiando los roles
impuestos a nuestros cuerpos por esta triple represión, seguras que
nuestros esfuerzos serán algún día justamente valorados como aportes
inmensos a las débiles democracias de la región.
Denunciamos que
el Estado, sus representantes e instituciones utilizan la
criminalización y militarización como mecanismos de control y represión
de las defensoras, mostrándose como un estado dictatorial disfrazado de
legalidad, que ampara así los privilegios de un pequeño sector de
nuestras sociedades sobre la vida, la dignidad y la seguridad de
millones de personas.
Que a estas formas de violencia estatal, se
suman otras, tradicionales e igualmente perniciosas para el tejido
social, como la corrupción, la impunidad, la utilización de programas
públicos con uso faccioso y la implementación a ultranza de políticas
económicas que excluyen del desarrollo y su beneficio a la mayoría de
nuestra población y ponen a disposición de los intereses sin escrúpulos
de empresas transnacionales, los últimos reductos de nuestros recursos
naturales: ríos, playas, bosques y aún nuestro subsuelo.
Denunciamos que las mujeres defensoras, además enfrentan las omisiones
de nuestros Estados para nuestra protección. Estados, que no han asumido
los compromisos internacionales en materia de derechos humanos y que
son débiles y se dilatan, en lo que se relaciona con el cumplimiento de
recomendaciones internacionales en materia de protección específica de
nuestras compañeras.
Denunciamos también que nuestras sociedades
siguen plagadas de expresiones sexistas, que cuestionan nuestros
derechos sexuales y reproductivos y constantemente nos violentan, que
nos agreden cuando salimos del silencio y asumimos con valor roles en
favor de la transformación de nuestras sociedades, en la mayoría de los
casos sin recibir ni reconocimiento ni retribución.
Declaramos
nuestra voluntad reiterada de seguir al frente de las luchas de nuestros
pueblos, por seguir buscando nuestra felicidad y la protección de
nuestros recursos naturales y que en esta labor, no cesaremos para sumar
a otras muchas mujeres que desde muy diversas trincheras siguen siendo
invisibilizadas.
Finalmente, reiteramos nuestra definición política
de cuidarnos, de poner en el centro de nuestras vidas y esfuerzos el
auto reconocimiento y cuidado. Pues nos reconocemos el recurso más
valioso para el cambio social.
¡Basta de la militarización de nuestros territorios!
¡Basta de criminalización a las defensoras!
San Pedro Sula, 9 de noviembre de 2015.